domingo, 25 de noviembre de 2012

INVENTARIO

Aquel día lo ví distinto. Tenia la mirada enfocada en lo distante, casi ausente.
Pienso ahora que tal vez presentía que ese era su ultimo día de su vida.

Me aproximé y le dije:
__¡Buen día,abuelo! Y él extendió su silencio. Me senté junto a su sillón y luego de un misterioso instante,exclamó:
__¡Hoy es día de inventario, hijo!
_¿Inventario?_ pregunté sorprendido.
_Si.¡ El inventario de las cosas perdidas!_ me contesto con cierta energía y no se si con tristeza o alegría.

Y prosiguió:

__Del lugar de donde yo vengo, las montañas quiebran el cielo como monstruosas presencias constantes. Siempre tuve deseos de escalar la mas alta. Nunca lo hice, no tuve el tiempo ni la voluntad suficiente para sobreponerme a mi inercia existencial. Recuerdo también a María, aquella chica que amé en silencio por cuatro años; hasta que un día se marcho del pueblo, sin yo saberlo.

__¿Sabes algo? continua el abuelo_ también estuve a punto de estudiar  ingeniería,pero mis padres no pudieron pagarme los estudios. Ademas, el trabajo en la carpintería de mi padre no me permitía viajar.

¡Tantas cosas no concluidas,  tantos amores no declarados, tantas oportunidades perdidas!

Luego su mirada se hundió aún mas en el vació y se humedecieron sus ojos.

Y continuó:
__En los treinta años que estuve casado con Rita , creo que solo cuatro o cinco veces le dije "te amo".


Luego de un breve silencio mental y mirándome a los ojos me dijo:
__"Este es mi inventario de cosas perdidas, la revisión de mi vida. A mi ya no me sirve. A ti si te lo dejo como regalo para que puedas hacer tu inventario a  tiempo".

Y luego con cierta alegría en el rostro, continuo con entusiasmo y casi divertido:

_¿Sabes que he descubierto en estos días?
_¿Que abuelo? _Aguardo unos segundos y no contesto, solo me interrogo nuevamente:
__¿Cual es el pecado mas grande en la vida de un hombre?

La pregunta me volvió a sorprender y solo atine a decir, con inseguridad:
__No lo había pensado. Supongo que matar a otros seres humanos, odiar  al prójimo y desearle mal.
¿Tener malos pensamientos tal vez?

Movió su cara de lado a lado , como reacción a mi respuesta errada. Me miro intensamente, como remarcando el momento y en tono grave y firme me señalo:

El pecado mas grave en la vida de un ser humano es el pecado por omisión y lo mas doloroso es descubrir las cosas perdidas sin tener tiempo para encontrarlas y recuperarlas. Al día siguiente, regrese temprano a casa, luego del entierro del abuelo, para realizar en forma urgente mi propio inventario de las perdidas.

Autor desconocido.

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