viernes, 21 de septiembre de 2012

Almorzando con Dios

Un pequeño niño que quería conocer a Dios. El sabia que era un largo viaje llegar hasta donde Dios vive, así es que preparo su mochila con sándwiches y botellas de leche chocolatada y comenzó su viaje.
Cuando había andado tres cuadras, se encontró una viejecita. Ella estaba sentada en el parque observando unas palomas. El niño se sentó a su lado y abrió la mochila. Estaba a punto de tomar un trago de su leche chocolatada cuando noto que la viejecita parecia hambrienta, así es que le ofreció un sándwich. Ella agradecida lo acepto y le sonrió. Su sonrisa era tan hermosa que el niño quiso verla otra vez, así que le ofreció una leche chocolatada. Una vez mas ella le sonrió. El niño estaba encantado.
Permanecieron sentados allí toda la tarde comiendo y sonriendo, aunque nunca se dijeron ni una palabra. A medida que oscurecía, el niño se dio cuenta que cuan cansado estaba y se levanto para marcharse. Antes de dar unos pasos mas, se dio la vuelta, corrió hacia la viejecita y le dio un abrazo. Ella le ofreció su sonrisa mas amplia. Cuando el niño abrió la puerta de su casa un rato mas tarde, a su madre le sorprendió la alegría en su rostro. Ella le pregunto: "¿Que hiciste hoy que te puso tan contento?" El le respondió: "Almorcé con Dios". Pero antes de que su madre pudiese responder añadió: ¿Y sabes que? ¡ella tiene la sonrisa mas hermosa que he visto! Mientras tanto la viejecita, también radiante de dicha regresa a su casa. Su hijo estaba impresionado con el reflejo de paz sobre su rostro,y le pregunto:"Mamá, ¿Que hiciste hoy que te puso tan contenta?" Ella respondió: "Yo comí sándwiches con Dios en el parque". Pero antes de que su hijo respondiera a esto, añadió: "¿Sabes?, es mucho mas joven de lo que esperaba".
 
Moraleja:
Con frecuencia, no damos importancia al poder de un abrazo, de una sonrisa sincera, de una palabra de aliento,de un oído que escucha,de un cumplido sincero,o del acto más pequeño de preocupación... Mas todos esos detalles tienen el mágico poder de cambiar tu vida o la de los demás, de darle un gran giro y hacerla feliz. Todas las personas llegan a nuestras vidas por una razón, bien sea por un tiempo o se quedan para toda una vida. ¡Recíbelos a todos por igual!
 
¡¡¡...NO OLVIDES ALMORZAR SIEMPRE CON DIOS...!!!

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